"Yo soy" no es un buen comienzo, yo soy lo que soy, pero soy lo que soy por lo que he sido, por lo que fui... y fui, fui muchas cosas, fui administrativo, director de una empresa de seguridad, directivo de gestión, aventurero, ladrón, pero siempre fui, soy y seré escritor. Era escritor cuando me iba a desayunar trabajando de administrativo, lo era cuando me pasaba las noches en vela esperando la llamada de un vigilante o cuando llegaba a casa después de estar todo el día aguantando a tíos de chaqueta y corbata y tías estiradas. No volveré a ser administrativo, ni directivo, ni director, aunque creo que seguiré siendo aventurero y ladrón, para qué voy a mentir a estas alturas de la película, y seguiré escribiendo, porque no puedo dejar de hacerlo, porque me sale de las tripas, porque cuando no escribo siento que me muero.

¿Quién soy yo? Alguien no muy diferente a ti. Me gusta comer, beber, fumar, follar, y no precisamente en ese orden - siempre me ha parecido una gilipollez cenar, beber vino, irse a un pub a tomar copas y, después, coger el coche hasta casa para follar... lo lógico es follar primero, comer y beber vino en la cama, follar otra vez, darse una ducha, vestirse y salir de copas, ¿O estoy equivocado?-.

Nací en Canarias, lo que me convierte en canario, africano, español y europeo, aunque lo cierto es que todo ello no deja de ser un mero accidente, podría haber nacido en Eslovenia, Cuba, China, Honduras o Nigeria, y eso no me haría mejor o peor persona por haber nacido dentro de unas rayas imaginarias llamadas fronteras que nos convierten a la fuerza en una cosa u otra - no dejo de pensar en qué pasaría si alguien fuera con una goma y las borrara, puede que, para empezar, los seres humanos dejaran de matarse por estar a un lado u otro de las rayas, que dejaran de pensar que son mejores por estar a un lado u otro de las rayas-.

Soy ateo, no por comodidad, lo soy por convicción. He visto demasiado por esos mundos de diox como para creer que existe una deidad que vela por los seres humanos, a no ser que en vez de velar esté sentada en alguna parte con una amplia sonrisa y una lupa gigantesta que orienta hacia el sol mientras apunta de forma aleatoria a la humanidad, por pasar el rato. Si Nietzsche tenía razón cuando dijo aquello de "Dios ha muerto" creo poder afirmar, sin temor a equivocarme, que fue de un infarto en medio de un ataque de risa. Creo en la Humanidad, en el ser humano, en que hay más hombres buenos que hombres malos, es sólo que los buenos no son conscientes de que son más y los menos se aprovechan de esa ignorancia para imponerse sobre los más.

No creo en la política y menos en los políticos - tuve un blog sobre política durante muuuucho tiempo que leía mucha gente... lo dejé cuando se me abrió la úlcera-. Alguien dijo una vez que la política es el arte de lo posible, yo afirmo que la política es el arte de hacerse pasar por representante de los que votan y luego hacer lo que dictan aquellos que de verdad gobiernan, y esos no son los votantes, son entes abstractos que moran en consejos de dirección y administración de Bancos, Corporaciones, grupos financieros y la madre que los parió. Un político es, per se, un legislador, así que tampoco creo en las leyes que, como digo, las hacen para defender los intereses de los que mandan, no de los ciudadanos, de los seres humanos. Las únicas leyes que reconozco, respeto y sigo están aquí.

No tengo alma o principios. La primera porque, después de mucho buscarla, jamás la encontré, y los segundos porque, al igual que el único marxista que reconozco como tal, si tengo algo parecido y no le gusta, no se preocupe, tengo otros.

La moral es un cajón de sastre donde los puros de corazón esconden la mentira, la hipocrecía, la falacia, la demagogia, los vicios, la podredumbre, el orín y el olor de los humores corporales de esta sociedad. Un moralista es un meapilas hijo de perra al que se le hinchan las venas del cuello gritando con los ojos desorbitados y blandiendo el puño contra el aborto mientras se masturba en la soledad de su casa frente a fotos de menores rusos desnudos que posan con la polla inhiesta y guarda en su disco duro externo, que sueña con atar a su santa a la cama y endilgársela por el orto, pero no se atreve a ir más allá del misionero - si lo hiciera su mujer se lo agradecería, aunque fuera con la peineta y la mantilla puestas-. Un moralista es un peligro, para tod@s. Se han cometido más crímenes en nombre de la moral que muertes han ocurrido por la peste negra.

Soy consciente de qué soy, más allá de que pienso, luego existo. No soy más que una compleja colonia de células muy especializadas movidas por una necesidad imperiosa de satisfacer y suplir impulsos nerviosos y químicos... lo que no nos hace muy diferentes a perros, gatos, el gusano de la seda - si no me cree sólo tiene que buscar el tanto por ciento genético que nos separa de una mosca del vinagre-. No existe ninguna divinidad en nosotros y haber cometido la equivocación de pensarlo, o peor, creerlo, nos ha llevado a las mayores barbaridades e iniquidades contra nuestra propia especie y contra otras. Sin embargo, somos organismos complejos con una responsabilidad, en eso es en lo único que somos diferentes, en que, al ser conscientes de dicha diferencia, la responsabilidad dada por nuestra capacidad para resolver problemas complejos, nos permite el respeto mutuo, nos capacita para hacer aquello que es correcto y aquello que no lo es con respecto a nuestros semejantes.

Bajo mi punto de vista sólo hay cuatro verdades inquebrantables, a saber:

1º- No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti (Recuerda que si tienes que dar un puñetazo debes hacerlo por algo real y necesario, si lo das por darlo, porque puedes, porque sí, siempre te devolverán el doble de lo que das, eso sí, si ves que alguien te va a dar un puñetazo porque sí, quien da primero, da dos veces).
2º- Duda de todo (Creer cosas por creerlas te convierte en un imbécil y echa por tierra siete millones de años de evolución humana. Para que tú hayas llegado hasta aquí tu acervo genético ha tenido que superar hambrunas, epidemias, guerras, dictaduras, tele 5. Respeta tu herencia, que será lo que legues a tus hijos y nietos. Si eres imbécil hay muchas probabilidades de que eso tengas como hijos y nietos).
3º- Piensa por ti mismo (Lo que tienes encima del cuello es tu cabeza y, aunque no te lo creas, dentro hay una cosa que se llama cerebro, sirve para pensar. Si escuchas algo y sin haberlo comprobado lo das como cierto tu cerebro abandona áreas enteras de neuronas, porque el cuerpo es muy sabio y, si no las usas, pues para qué demonios va a estar perdiendo estímulos y recursos químicos en ellas. No pensar por ti mismo te convierte en un borrego - para cualquier duda al respecto me remito al segundo punto-).
4º- Se sincero (Sobre todo contigo mismo. No seas lo que no quieras ser, no vivas en una mentira, porque sólo vas a vivir una vez y si vives tu vida inmerso en una mentira la habrás tirado a la basura - es jodido sentarte en la cocina con ochenta años y, al repasar tu vida, ver que la has desperdiciado-. Si quieres follar no digas "te quiero", no hace falta mentir - te sorprenderá la cantidad de gente que también quiere follar [folla mucho, folla bien y no mires con quién... usa siempre condón, recuerda el primer punto de esta lista]-, si tienes hambre di que tienes hambre y come, si tienes sed di que tienes sed y saciala. Plantéate qué es necesario y qué no lo es para vivir. No seas esclavo de nada, ni de tu Visa o Mastercard, ni de la televisión, ni del chocolate, ni del alcohol, las drogas - aunque no estoy diciendo que no bebas, tomes drogas o comas chocolate, no hay nada malo si no te conviertes en esclavo de ello-. Se sincero, qué necesitas y qué no necesitas, cuanto antes te quites de encima lo que no necesites antes empezarás a vivir - yo lo he aprendido tarde, espero que tú seas más listo-).

... y no tengo más nada que decir al respecto.